Diagnóstico y tratamiento del cáncer de cuello de útero
El diagnóstico de este cáncer se hace mediante la obtención de células del cérvix y su posterior observación en el microscopio.
El test de Papanicolau
El test de Papanicolau (frotis o citología cervicovaginal) es la prueba más utilizada y la más apropiada para el cribado de las lesiones precursoras del cáncer de cérvix.
El objetivo de esta prueba es la detección de esas lesiones, de forma que se logre una reducción en la incidencia de lesiones invasivas. Está considerado como el mejor método de detección precoz en pacientes con lesiones iniciales sin síntomas.
El objetivo de esta prueba es la detección de esas lesiones, de forma que se logre una reducción en la incidencia de lesiones invasivas. Está considerado como el mejor método de detección precoz en pacientes con lesiones iniciales sin síntomas.
Consiste en la toma de muestras de las células de la unión de los epitelios escamoso y cilíndrico del cuello, de fondo de saco vaginal o ángulo que forma el ectocérvix con la vagina (epitelio ectocervical) y del canal endocervical, según el llamado protocolo de triple toma.
- Protocolo de la triple toma. La toma de la muestra se hace antes del tacto vaginal, en ausencia de menstruación o de sangrado y sin utilizar lubricantes. Se recomienda a la mujer que no realice tratamientos intravaginales desde una semana antes, que evite lavados o duchas vaginales y el coito las 24 horas anteriores.
- La obtención de las muestras se debe hacer una vez introducido el espéculo vaginal (instrumento destinado a ensanchar el canal vaginal) y con el control visual del cérvix.
- Las muestras se extienden sobre una lámina de cristal, separadas y señalizadas.
- Posteriormente se observan al microscopio y se evalúan los cambios para ver si están dentro de la normalidad o hay que realizar más pruebas.